lunes, 16 de mayo de 2016

HISTORIAS DE GENTE

A través de mi ventana veo vida, historias de gente que yo imagino y otras que dejan entrever el hacer de las personas que miro.
En un balcón y bajo su funda, una bicicleta sueña con despertar del letargo y poder salir de éste; su dueño, un joven que pedalea y pedalea sin moverse del sitio.
Cuando la joven pareja del 7º deja las cortinas abiertas, un flamante felino se pasea de izquierda  a derecha con la cola mirando al cielo.
Luego están los del 1º, el padre del Athletic, el hijo del Barça y la madre en medio, de árbitro, para parar las palabras de ambos.
Luego está el que deja siempre la luz del balcón encendida, ¿tendrá mala memoria?
Al que le dan la una, las dos, las tres,…, insomnio, jubilación o ¿tal vez su forma de dormir?
Al llegar la noche, poco a poco las luces van desapareciendo y se aprecia mejor el cielo; a veces veo pasar algún avión y mi cabeza empieza a fantasear: ¿irá a nueva york? El pitido de la lavadora avisando de que ha terminado, me recuerda que estoy en mi ventana, y observo las estrellas, la luna y decido bajar de las nubes y colgar la ropa.
Luego están las otras ventanas, las del corazón, en las que influyen el entorno, el estado de ánimo y, como dice Jarabe de Palo: “Depende. ¿De qué depende? De según cómo se mire, todo depende.”

MI VENTANA




Nunca me había parado a pensar “lo que veo desde mi ventana”, y doy fe de que es toda una inagotable aventura o novela por capítulos.
Cada día me sorprenden los personajes que desde ella puedo observar. Los hay de todos los tipos: cómicos, dramáticos, inapetentes, comilones… un mosaico para todos los gustos. Puedo decir que he descubierto el modo de no aburrirme.
Enfrente de mi casa hay un edificio de oficinas, con grandes ventanales y cristales muy limpios, que me dejan ver todo lo que sucede a los personajes de su interior. Su mímica y sus gestos me sugieren lo que está pasando… bueno, y un poco de mi imaginación.
Al lado derecho hay un bloque de viviendas que me mete de lleno en sus preocupaciones. Nunca he sido cotilla, pero cuando te pones a mirar ya no puedes dejar de hacerlo, porque sus protagonistas te fascinan y te duelen sus vivencias.
Una joven discutía con su madre acaloradamente. El reloj de mi casa marcaba las nueve de la mañana, yo regaba mis plantas, y pude ver como la muchacha tenía prisa. Dando un portazo, dejó a su madre con la palabra en la boca. Se dirigió apresuradamente al edificio de oficinas. Entró en un despacho cuyo ventanal estaba al alcance de mis ojos, y pude observar que en su interior se encontraba un señor mayor. La escena me sorprendió. Pensé que era una secretaria. La joven empezó a discutir enérgicamente con él. Ésta señalaba un portarretratos que estaba en su mesa, con la foto de una niña pequeña, a la que la muchacha señalaba con rabia al mismo tiempo que se golpeaba su pecho. Después de unos minutos, el hombre firmó lo que parecía un cheque y se lo entregó. Ésta, cerrando la puerta con furia, salió del despacho dirigiéndose donde su madre, entregándole el talón.
En otras ocasiones, en esta misma oficina, había visto entrar a una joven pelirroja con una niña pequeña. La mujer se mostraba muy cariñosa con el hombre y a éste se le caía la baba con las dos, por lo que imaginé que este donjuán tenía dos familias…, todo cosa de mi fantasía.
En el mismo edificio de viviendas, en el 2º piso, hay un viejecito que me produce mucha ternura. Se pasa la vida sentado en el balcón, en una butaquita de mimbre rodeado de cojines. Se ve claramente que respira con dificultad, y día y noche la terraza es su alivio. Hace unos días que no le veo. Empieza a preocuparme.
Justo en la esquina, hay una chocolatería-churrería. Sobre todo, a determinadas horas, mi calle se llena de un olor inconfundible. A la mañana, sus clientes son de lo más variopinto: comerciantes, oficinistas, transeúntes… Hay un señor que me llama la atención, porque toma dos chocolates seguidos con una montaña de churros, y da la impresión de no estar satisfecho. Se diría que no quiere perder su barriga de de nueve meses. 
A su lado se sienta una ancianita que sale del portal en zapatillas, con su moñito blanco recién peinado. Usa unas gafas estilo los hermanos Álvarez Quintero. Se toma su chocolate con dos churros saboreándolos sin prisa, pero el segundo churro ya no puede terminarlo. Come como un pajarito. Después de un rato, coge su cachaba y se marcha tan despacio como ha venido.
En otro de los pisos vive una moza ya talludita, que, día sí y día también, tiene que llamar a los bomberos, porque se ha dejado las llaves en casa. Esto es la atracción de toda la calle, todo un espectáculo. Los niños y los que no lo son tanto, comentan que está enamorada de uno de ellos, y no sabe cómo conquistarlo. En fin,,, desde mi ventana se ve cada cosa, pequeños retazos de vida que sólo hay que pararse un poco a mirar, para reírse o para llorar, o para que se te quemen las lentejas… Según tengas el día.


                                                                                Asun Vilchez

“LO QUE VEO DESDE MI VENTANA …”

Cuando me levanto cada mañana, levanto la persiana de mi dormitorio y veo unas vistas increíbles: como un cuadro pintado de la mejor pintura jamás vista. Hay árboles verdes, diferentes y variados, altos y bajos en la montaña más alta que el edificio donde vivo.  Es un paisaje tremendo, fabuloso, pura naturaleza que no se puede comparar con nada en el mundo y unos ríos que cruzan las montañas y fluyen con fuerza, sin que nadie los pueda parar. Algunas veces también fluyen con tranquilidad como la más dulce de las músicas y una cascada preciosa como si fuera un collar de diamantes en el cuello de la preciosa montaña.

Khalid Lemtakhem

         Mio unico giorno più felice da quando i miei genitori    
                                  Si sono separati
Un giorno di 20 apr 2015 mi sono svegliato e guardò fuori dalla finestra il tempo. Dopo aver guardato la mia bella finestra solcete che è stato avviato per rifare il letto, la prima colazione e si preparano ad andare eseguire alcune commissioni.
Secondo stava facendo commissioni è venuto in mente la bella citazione che ho avuto con Juan. Entonces sono andato a casa di uscire e iniziare a fare commissioni comida.Según finito di fare il cibo, mangiato in fretta per prendere l'autobus e andare a lezione.
Poche ore dopo ero in classe di inglese con insegnante di conferenze, dove sono venuto in mente la citazione ha dovuto lasciare molto nervosa e ansiosa attesa clase. Estaba l'appuntamento desiderato .
Un po 'più tardi arrivò l'ora dell'appuntamento in cui ero con John passeggiare e chiacchierare con vez.La verità è che ho amato, perché il tempo ero con John Ero come se fossi tra le nuvole, la verità è che il tempo ero con ero molto felice come non fosse mai stato.
Quel giorno è stata indimenticabile, perché quel giorno era la ragazza più felice in questo giorno mundo.Aquel miei occhi brillavano di gioia e tutto sembrava in cui brillava come mai prima.


Eneritz

Desde mi ventana veo
Veo la luz que calienta la hierba y los árboles del campo. Veo niños jugando y riendo.  Veo los días de verano, todo  es diversión y libertad; el sol  iluminaba sus caras. Ahora solo veo tristeza y edificios oscuros. Veo que aun existe una pequeña esperanza. Entre  los edificios oscuros y tristes, veo un paso  peatonal con dos bancos de  madera por los que se filtran los rayos de sol  entre los edificios  oscuros, calentando  a las personas  que se paran a descansar en ellos. En esos bancos veo a las personas que están en su último ocaso, hablando, riendo. Veo el sol que ilumina sus caras como cuando eran niños y veo que la esperanza nunca se pierde y es el mejor legado que se puede dejar a las generaciones futuras. Desde mi ventana veo todo esto….

Antonia Suarez

jueves, 5 de mayo de 2016

DESDE MI VENTANA…

Desde mi ventana, en mi pueblo, veo a  mediodía  mucha gente vendiendo fruta con el carro de mano, verduras  y también pescado. Todos los comerciantes pasan cerca de mi casa.
Por la tarde, en una cafetería que esta cerca, quedan para arreglar con sus jefes el tema del dinero.
 Mi ciudad tiene un paseo marítimo al lado del mar y un parque bastante grande donde juegan los niños  con juegos y columpios.  Hay muchísimos restaurantes típicos, donde  se come cuscús y cosas tipicas.
Desde mi ventana veo una hilera de casas. Todos somos vecinos.
Por la mañana muchas mujeres llevan a los niños a clase temprano cuando vuelven se ponen a charlar, hablan muchísimo, no paran, casi tres horas están hablando en la calle.


                    MHAMED EJJAYAH

miércoles, 4 de mayo de 2016

DESDE MI VENTANA HUELE A PAN

Desde mi ventana huele a pan de la panadería de la calle, también a tabaco y a humo de los coches. Ahora, desde dentro de mi clase el olor es diferente: un horrible y asqueroso olor a sudor humano. Corriendo, saco la cabeza por la ventana otra vez sin pensarlo. Cuando miro enfrente y veo el color grisáceo del colegio, pienso: “el día está de ese mismo color. ¡Uf! ¡Qué feo! Va a haber tormenta.” Cierro y me siento en mi sitio, porque va a empezar la clase. ¡Qué calor! Hoy está la calefacción a tope. Parece un horno. Espero que termine ya.


Tamara Borja Colorado